"Eugenia, hija única del capataz de la estancia, baguala y ladina, ejercía una poderosa atracción sobre las dos Amalias, justificada por su inteligencia y por la sagacidad de sus respuestas. Su increíble memoria la hacía imprescindible en todo instante: recordaba el lugar del último vaso de la casa; conocía dónde se guardaban las llaves de las porcelanas, de la vajilla de plata, la histórica colección de mates de plata y los pastilleros bizantinos. Nada le era desconocido en la casa, la rama del ala izquierda del castillo por donde se trepaba hasta la terraza; el jazmín, el níspero y la magnolia rosa de la barranca que baja hacia la laguna.
Amalia madre sentía por ella rechazo y sumisión; había crecido sola como baguala, decían en los campos de La Amalia, en Monasterio, junto a la Ruta dos que lleva a Mar del Plata."
...................................Todos los cuentos el cuento- Beatriz Guido.
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